¿Cómo bañarse en el mar Muerto?…Esta pregunta puede resultar un tanto absurda cuando estás preparando el viaje, sin embargo, cuando empiezas a leer en blogs y guías de viajes te das cuenta de que no es tan fácil como imaginas.
El mar Muerto, pestilente o de la sal, es una de los principales paradas cuando vas a Jordania y, como tal, se ha convertido en un punto turístico del que van a sacar beneficio económico. A pesar de ser una formación natural, el acceso al mismo no es tan libre como pensamos. En él encontramos playas públicas, a las que se pueden acceder andando, dejando el coche en el arcén de la carretera, como hacían algunas pocas personas que vimos, y otras privadas, pertenecientes a los diferentes resorts que puedes encontrar en la zona.
Lo primero que pensamos fue, como tenemos coche, de camino a Aqaba, por la carretera del Mar Muerto, paramos un momento, nos bañamos y luego seguimos nuestro camino. Pero no es tan sencillo. En primer lugar, tenemos que contar con la alta salinidad que tiene el agua, lo que supone que cuando sales del agua, te tienes que enjuagar con agua dulce porque la sensación de tanta sal en la piel no es agradable y menos si tienes que conducir durante tantas horas al siguiente destino. Esto era un problema pues las playas públicas no cuentan con duchas. En segundo lugar, el acceso a las playas no es tan sencillo, las zonas que no son privadas suelen ser más abruptas o de acantilado, por lo que si quieres acceder con el coche necesitarías un buen 4×4, y si no, dejar el coche en el arcén, en nuestro caso, no lo veíamos muy claro. En tercer lugar, el hecho de bañarte en una playa privada supone que, por lo menos en nuestro caso, cuentas con el servicio del hotel, donde te explican los pasos que debes seguir a la hora de bañarte, untarte el barro, la sal, etc., así como todas las comodidades que este ofrece (duchas, toallas, comida, etc.)
Una vez que optamos por bañarnos en una playa privada, decidimos buscar información para ver si existía la posibilidad de acceder a una playa privada sin tener que quedarnos una noche, porque nuestro plan inicial era hacer noche en Madaba, para luego, al día siguiente, de camino a Aqaba, parar en el Mar Muerto, bañarnos y seguir con la ruta. En algún video y en diferentes páginas webs vimos que había pases de un día, sin embargo, tras mucho buscar y preguntar a diferentes hoteles, sin respuesta alguna por parte de ellos, no lo veíamos claro y pensamos que, al estar en época de COVID, habrían dejado de ofertarlo, por lo que decidimos que lo mejor sería pasar la noche en algún hotel con acceso al Mar Muerto en vez de quedarnos en Madaba.
La verdad que fue una muy buena decisión, pues el hotel (Dead Sea Spa Resort) era bastante económico (55€ la noche por persona) si comparamos con el resto de resorts de la zona. Este incluía el desayuno, que por cierto estaba muy completo, además del pase al spa y las piscinas, los cuales no usamos pues nuestro cometido principal era el de bañarnos en el mar Muerto. Al final de todo vimos que el hecho de quedarnos nos compensaba, pues por lo que habíamos visto en algunas páginas que los vendían, de las cuales desconfiábamos (no se trataban de las oficiales de los hoteles), los pases de un día solían rondar entre los 40$ y los 85$, por lo que, simplemente, por el hecho de pasar la noche en un hotel con todas las comodidades, desayuno y el propio pase a la playa estaba más que amortizado.
La experiencia fue estupenda. Dormimos en unas habitaciones bastante cómodas, a la mañana siguiente, pudimos tomar un desayuno muy completo, pues la oferta del buffet era muy variada. Luego, el baño en el mar Muerto fue espectacular, pues estábamos solos, ya que madrugamos (cosa que recomendamos siempre), con música que nos puso el vigilante, además de la sesión completa de “Natural Spa”, con fangoterapia, sesión de exfoliación con sal e hidroterapia a base de manguerazos, todo un lujazo vamos. Y lo más importante, tras el baño en el mar Muerto, pudimos volver a nuestras habitaciones darnos una buena ducha, para continuar hacia nuestro siguiente destino.
Por cierto, la mejor recomendación que os puedo dar del mar Muerto, es que os lo paséis como niños, aprovechad la flotabilidad del agua para poneros de todas las formas que os imaginéis en el agua, boca arriba, boca abajo, haciendo el budita, el ángel, eso sí, siempre con cuidado de no salpicaros en los ojos!!. Ah!! Y si os ponen música bailad!! Al socorrista le haréis el día más entretenido. En nuestro caso creo que se lo pasó tan bien como nosotros!! jajaj